jueves, 1 de abril de 2010

Amarnos a nuestra manera…







Jonathan Villarreal Fernández

Vengo llegando a la casa de la misa de Jueves Santo, una misa larga, aburrida y cansada para muchos, pero para mi no. He sido aliado de la Iglesia tantos años, que creí conveniente alejarme por un tiempo y poder verla desde afuera, desde los ojos que la ven como una institución más de la sociedad. Ese tiempo se ha prolongado por casi dos años. Si pudiera decir que la he visto diferente, pues diría que no. Es la misma cosa que he vivido durante casi 8 años desde adentro. No hay diferencia alguna más que el tiempo, y si el tiempo, ese que la Iglesia y su servicio exigen constantemente, ese tiempo que he podido darle a millones de cosas más.
En un momento y se que para muchos no es nuevo para otros si, quise ser sacerdote. Hoy celebramos la institución del sacerdocio, algo refutable para algunos pero para los que amamos nuestra Iglesia no. Hoy cuando la procesión principal hacia el altar iniciaba, pensaba en aquel momento que erróneamente pensé en entrar a estar 8 años de mi vida metido en un semillero de locas y corruptos ocultos tras una sotana. Me da risa cuando escribo esto, porque como en muchas ocasiones la ataco tanto, la trato de cuestionar al máximo y no siempre encuentro respuestas a mis dudas, pero aún así nos amamos a nuestra manera, la Iglesia y yo no estamos peleados, estamos amándonos de una manera diferente. Esto es lo que la gente no ha comprendido.
La Iglesia fue mi formadora, me enseñó mucho de lo que sé y gracias a ella puedo ser un mejor ser humano, que aún radicado en un barrio urbano marginal pudo ser diferente gracias a esa luz a la que me llevaron mis padrinos.
La odio muchas veces por las atrocidades que comete y sigue cometiendo, pero no la generalizo, hoy soy más condescendiente con ella. Entiendo cabalmente la diferencia entre lo que hacen y lo que dicen, porque la amo tanto la critico y vean ustedes las paradojas de la vida, de tanto criticarla la amo tanto y cada vez más.
Nuestra relación es difícil y muchas veces hasta enfermiza, pero hoy puedo decir que innegablemente nos amamos fuertemente.
Recuerdo todavía cuando de niño jugaba de celebrar misa, increíble que hoy confronto a sus líderes luego de que la amara tanto, y creo que si ellos supieran esto, tratarían de comprender que fue lo que pasó y me hizo así, pues les puedo responder que gracias a Dios nada, solo mi necedad de chiquillo en aquel momento de entenderla y hoy de hacerla más buena ante la gente que la tiene bien satanizada.
Lo que me ha permitido seguir en ella y no desfallecer ante mi intento de verla como una buena institución es hacer lo que el mismo Dios dice: “Hagan lo que ellos dicen pero no hagan lo que ellos hacen” Hoy estamos de buenas a pesar de tanto escándalo con los padrecitos, pero en unos meses o incluso semanas probablemente este escribiendo nuevamente de ella y maldiciéndola por sus tonteras, por hoy me conformó con amarla, vivo el momento.

6 comentarios:

Raquel L. dijo...

Querido colega:

Gracias por conpartir este escrito con nosotros.
Gracia a mi papás, crecí y espero morir en la Iglesia Católica, y no porque sus líderes sean los mejores o los peores; sus actos absurdos no me hacen dudar ni por un segundo en la Iglesia( aunque haya dogmas que no comparta) que fundo el Señor hace tanto tiempo.
No omito manifestar que no estaré nunca a favor de ningún hecho corrupto que realice cualquier sacerdote, y como función que me atañe por mi vocación periodísta, seré la primera en denunciar los hechos indignates que machacan la integridad de una sociedad.

Sin embargo cada persona que dice llamarse cristiana-católica, tiene una misión muy importante: orar por sus pastores, es más fácil decir que todos son iguales o impuros, pero cuánto le hemos pedido a Dios por ellos.

Como creyente de las enseñanzas del Maestro,sólo me resta decir que mi fe está puesta en el único Dios verdadero y jamás en los hombres, de esa forma evitaré decepciones y me hará enfrentar con mayor ahínco las circunstancias que me rodean.

Con el cariño de siempre.

Raquel L.

Raquel L. dijo...

Querido colega:

Gracias por compartir este escrito con nosotros.
Gracia a mi papás, crecí y espero morir en la Iglesia Católica, y no porque sus líderes sean los mejores o los peores; sus actos absurdos no me hacen dudar ni por un segundo en la Iglesia( aunque haya dogmas que no comparta) que fundo el Señor hace tanto tiempo.
No omito manifestar que no estaré nunca a favor de ningún hecho corrupto que realice cualquier sacerdote, y como función que me atañe por mi vocación periodísta, seré la primera en denunciar los hechos indignates que machacan la integridad de una sociedad.

Sin embargo cada persona que dice llamarse cristiana-católica, tiene una misión muy importante: orar por sus pastores, es más fácil decir que todos son iguales o impuros, pero cuánto le hemos pedido a Dios por ellos.

Como creyente de las enseñanzas del Maestro,sólo me resta decir que mi fe está puesta en el único Dios verdadero y jamás en los hombres, de esa forma evitaré decepciones y me hará enfrentar con mayor ahínco las circunstancias que me rodean.

Con el cariño de siempre.

Raquel L.

Raquel L. dijo...

Sorry por los "dedazos": lease correctamente *compartir y *periodística

Andrés Bermúdez Aguilar dijo...

Generalizar la culpa de un individuo a un conjunto ha sido el mayor error de juzgar.
Los actos corruptos tienen nombre y apellidos, no la de una institución.
Vivimos en una época donde la Iglesia Católica es atacada para dividirla... espero no vivir las profecías de Malaquías.

Más que aferrarse a una religión, yo me aferro a la doctrina de Jesús, la cual da vida a tantas religiones cristianas.

Si desvanecemos en lo que creemos me echaría a llorar, ya que mi fe pesaría menos que un comino, que una pluma.

Pues ama Jesús, sigue sus enseñanzas y dale todo a tu DIOS misericordioso.

Anónimo dijo...

Salu2 Jonathan:
! Qué bueno eso de alejarte por un tiempo de las actividades de la iglesia pero sin dejar de ser cristiano ¡
Que bueno , porque algunas veces uno debe ver o revisar lo de uno desde otro punto de vista para poder calificar si lo que se está haciendo es correcto o no. Más aún si tienes a tu iglesia (como tú la llamas) dentro del corazón, pues todo aquel que ha pensado en ser sacerdote tiene un sentimiento más que afectuoso por su iglesia, más tiene es un convencimiento de que el evangelio debe ser transmitido, porque es palabra de Aquél que es nuestro creador y que a Él es a quien nos debemos.
! Qué bueno que la seguiste viendo igual ¡ Y es que la iglesia, como bien rezamos, es Una. Si amamos, si cumplimos, si somos delante o detrás de la gente y de Dios los mismos, la iglesia también será la misma, pues ella está formada por nosotros mismos. Que descubramos algunas cosas que no conocíamos, que nosotros cambiemos o que nos desengañemos de algo significa que TÚ Y YO hemos madurado, pero la iglesia ha sido la misma desde tiempos inmemorables.
! El tiempo, bendito tiempo ¡ Qué es el tiempo sino la oportunidad que nos da Dios de cumplir su voluntad. Cuando decimos que no tenemos tiempo no es otra cosa más que decir: quiero utilizar mi tiempo en otra cosa, o quiero utilizar mi tiempo para mí, o me parece más importante hacer esto que lo otro. ¿Cuál es el mensaje real? Lo que realmente quiero decir es "quiero hacer mi voluntad".
¿Sacerdote? ! Qué bueno ¡ Estás dentro de los muchos y dentro de los pocos. Muchos han tenido ese sentimiento que solo un corazón generoso puede sentir. Pocos son los que tan siquiera piensan en eso pues implica dar por completo lo que tanto anhelamos: nuestra vida, nuestro tiempo.
¿Por qué semillero de locas y corruptos? No será mejor llamarlo "lugar donde locas y corruptos buscan satisfacer sus bajos instintos". No será que no sabes que sea donde sea que radique el ser humano ahí hay posibilidad de error, hay corruptos y corruptores, hay PECADO, existe el deseo de no querer cumplir la voluntad de Dios, y peor aún hacer que los demás también caigan en eso.

Mi comentario continua...

Carlos Chaves Conejo.

Anónimo dijo...

Saludos Jonathan:

Continúo mi comentario.

! Erróneamente ¡ Que tristeza oirte decir esta palabra, porque enfatizas el error en la institución o en el tiempo que ibas a utizar en tu instrucción como sacerdote o ministro de Dios, que no es otra cosa que ser servidor de Dios en la comunidad, y a estos dos últimos es a quienes nos debemos, o sea para esos dos nos convertiríamos en sacerdotes. Incluso nos convertiríamos en sacerdotes para buscar la conversión de aquellos a quienes criticas con razón (locas y corruptos). Lo que no puedo entender es que hayas dejado tu idea del sacerdocio por haber encontrado, descubierto o constatado con tus ojos lo que nunca se podrá erradicar de cualquier institución: la corrupción. Si querías ser sacerdote fue porque encontraste a Cristo, no porque la institución era pura y sin mancha.

De una población, sea cual sea, no llega ni a 1 el porcentaje de corrupción en los mismos. Lo que pasa es que siempre se resalta lo malo y lo vulgar. Esto se ve especialmente en los medios de comunicación, que necesitan llamar la atención para lograr la sintonía. Si al público tú le ofreces lo contrario lo pierdes, así que en los medios de comunicación tú solo oirás hablar de corrupción en cualquier lugar o institución, y uno termina creyendo que es que solo corrupción existe en todos lo ámbitos.

Esta frase tuya en el texto se puede interpretar de dos maneras: " y hoy de hacerla (a la iglesia) más buena ante la gente que la tiene bien satanizada ".

¿Y es que tu fe en la iglesia depende de los miembros que la forman, o de la cantidad de "santos sacerdotes" que tiene? ¿Porque un centenar de elementos no son lo que deberían ser significa que los otros miles no tienen valor?

Ejemplos como los de el padre de Miami (olvidé su nombre), son de lo peor, y no tanto porque haya defraudado la vestimenta sino por haberse cambiado de iglesia. Signo de 2 cosas:

1- egolatría, pues
solo quiere cumplir su propia voluntad.

2- traición: pues es capaz de abandonar la verdadera iglesia, solo para satisfacer sus deseos corporales.

El infierno está lleno de personas con mil circunstancias, pero el cielo está lleno de personas solo con 2 circunstancias: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.

Y ya sabes, no me mal interpretes, pues "expresar nuestra opinión ya sea mala o buena hace mucho bien".

Carlos Chaves Conejo.