lunes, 10 de mayo de 2010

Querido Ché


Por: Jorge Rueda Barquero





Querido ché:

Hoy a dos años y unos días de haber recibido la peor noticia de mi vida, quiero escribirte como medida simbólica y decirte que aunque pasen los años no dejaré de recordar a una de las personas que más enseñanzas me ha dejado, Carlos Rueda.

Hace rato que quería escribirte para decirte lo mucho que se te extraña, lo mucho que te espera el sillón de mi casa, lo solitario que se siente el cenicero de mi casa porque ya no te escucha decir las groserías tan finas que decías. Mis padres, hace poco lloraron al escuchar una canción, que habla sobre las personas que ya no están con nosotros, yo me medio resentí, pero oculté mi llanto, hoy en la soledad de mi cuarto, la canción de fondo y tu retrato al lado de la biblia, me es incontenible derramar lagrimas; muchas de esas lagrimas significan amor, otras felicidad y otras impotencia, esa impotencia de no saber como decirte: ché te extraño.

Hace poquito vino Lilly a mi casa y justo se fue la luz, entonces nos sentamos mis papás, ella, adri y yo a hablar de las cosas que vivimos que por culpa del distanciamiento habíamos olvidado. Hablamos de tantas cosas y de cada una de ellas recordábamos lo mucho que nos hiciste reír o lo mucho que nos enseñaste, como extrañaba ese tipo de reuniones.

Por otro lado, hace una semana estaba en el play (que tantas canas te sacó) y llegó Mauricio, y por una u otra razón me recordó tanto a ti, la forma de ser era muy parecida a la tuya, eso me llenó de alegría y de preguntas a mi mismo; ¿Cuánto me pareceré a ti? No sé si mucho o poco, pero lo que sí sé es que trato de recordar tus legados y mantenerlos vivos.

El pasado cumpleaños de papi, estaban todos tus hermanos acá con nosotros compartiendo, riendo y sintiéndonos la familia que siempre deseaste y sé que lograste. No paro de verte reflejado en mi papá y en mi tío Alex, me parece mentira que te reflejes tanto en personas tan cercanas a mi, y que muchas veces no las note.

Hace poquito me emocioné mucho por darme cuenta que una personita como Matías aún te recuerda y te ama como si estuvieras acá, dice que él sabe que estás en el cielo y que lo vigilas, definitivamente los niños no mienten.

Hace dos años que pasó todo, pensé en que mi vida estaba destrozada, pero no fue así, Dios me dio muchos amigos que me respaldaron de la manera más leal y sincera y sé que tú los seleccionaste también y sin duda son mis grandes pilares. Pepe, el gordo y Nano fueron y son mis torres en estos años.

Bueno ché, me despido y quiero que sepas que seguramente nos reuniremos tus primos e hijas para reír y sé que estarás entre nosotros vigilando con tu mirada fija como el águila, y con tu risa tan particular. Hoy te recuerdo, te amo, te extraño y te mantengo presente. Como hace dos años y unos días me despido de ti como en Argentina, un beso ché.