domingo, 18 de abril de 2010

Un año más!






Por: Jonathan Villarreal

El día de mañana 19 de abril cumpliré un año más de vida, un año más de sonar, de ser, de no ser, de existir, de permanecer, de transcurrir, y de honrar la vida. En esta noche que me dispongo a escribir, he vivido ya momentos inolvidables, momentos que sin duda alguna me han llenado la vida y me convierten diariamente en lo que soy.
Hace 21 años mi madre tenía en su grandísima panza, porque el chiquito que venía no era nada convencional, un gran mocoso, un guila que generaba en ella las más intensas interrogantes que talvez jamás vivió: 40 años (por ende un estigma social terrible), una mujer divorciada, sin pareja conocida, con todos los señalamientos que pudo tener, aún así después de que le pudieron ofrecer millones de opciones antes que la de tenerme, esa mujer valiente, heroica, genial, admirable decidió traerme al mundo. Y es que cuando escribo esto pienso que mi vida fue particular desde el nacimiento, ya desde la concepción o desde el momento en que mi padre y mi madre se conocieron, ya era una vida llena de controversias y hoy tantos años después sigo en la misma controversia. Nací en un barrio urbano marginal, un barrio pobre, lleno de droga y violencia y pude decidir ser controversial desde eso pero no, gracias a que estuve siempre lleno de ángeles he podido ser controversial con mis actos positivos, a veces no tanto, pero siempre en el ojo del huracán, siempre en la memoria colectiva de las personas, siempre defendiendo al oprimido y defendiendo mi país, y ojo, que conste que no soy la madre Teresa de Calcuta, distan años luz de serlo, pero soy un joven que entrega todo o no da nada. Nunca he sido de medios tiempos, siempre he sido completo: o todo o nada, ayer que conversaba con mi amiga Cinthia decíamos que somos personas de extremos, siempre estamos al filo de la navaja, puede que sea malo, pero es rico.
Cuando estoy leyendo lo que llevo escrito hasta ahora es donde pienso, que solo la gente que me quiere sigue leyendo, por eso escojo este momento del escrito para agradecerles por todo, son personas excepcionales que me han hecho ser el hombre que soy, un hombre diferente, nada convencional, sé y eso lo tengo muy claro, que no he sido lo mejor de este mundo, pero pueden tener certeza de que nada de lo que hago, doy o soy, es mentira; soy transparente, siempre he dicho la verdad y cuando soy efusivo sepan que me sale de lo más hondo de mi corazón. Mi salud me ha enseñado que no puedo dejar de decirle a la gente lo que siento, no me guardo nada, lo digo todo, siempre les demuestro de una u otra manera lo que soy, espero que si siguen leyendo es porque me quieren mucho más. Esto suena como un discurso de despedida, pero no es eso, es lo que siento.
Ayer pase un día excepcional, como siempre me sentí al máximo, en algún momento sentí tristeza pero la mano salvadora de quien me ha acompañado por mucho tiempo y lo seguirá haciendo hasta que Dios me lo permita: Laura, mi novia; me hizo salir de un dolor que sentía en mi corazón. Son pocas las personas que marcan mi vida y ella lo ha hecho completamente, por eso también te agradezco.
Cuando analizo mi vida, me siento bien, pero no excelente, me faltan demasiadas cosas por hacer, por vivir, por existir, y tengo tantas ganas de hacerlo, por eso en este momento lo único que puedo hacer es agradecer a Dios, con esta candela verde que me acompaña junto al humo de un cigarro inició un nuevo ciclo, un ciclo en el que seguirán todas aquellas personas que me han hecho mejor persona y del cual eliminaré a todos los que no, ese ciclo que la vida y los años me exigen que haga, que mi propia conciencia y mi propio ser me obligan, a veces tengo resistencia de cambios, porque es un reto, pero lo asumo con toda la valentía que pueda, por eso en este nuevo inicio publicó este comentario, para que todos los que me acompañarán en ese reto sepan lo que siento, lo que vivo y lo que puede experimentar mi mente en este momento.
21 años de vida, de dejar tantos dolores atrás, de olvidar mis rencores y de dejar las malas vibras e iniciar mi año con la fuerza que me viene del cielo y es la fuerza de Dios a quien debo todo lo que soy.
Gracias, mil gracias por llegar aquí, por leer hasta aquí y por prestarme este momentito para agradecer, por eso no hice fiesta, lo cambié por esto, porque se que así nos sentiremos juntos y profundizaremos lo que pienso y lo que siento, gracias por un año más de acompañarme, de ser parte de mi vida, gracias por que ustedes me ayuda a Honrar la Vida!


PD: En la foto le doy crédito a Boti por tomarla y a Nano mi hermano, por posar junto a mi!


Les transcribo este poema “Honrar La Vida” de Eladia Blazquez, el cual fue cantado por mi amor Mercedes Sossa, esto determina mi momento.



Honrar la vida

¡No! ¡Permanecer y
transcurrir
no es perdurar, no es existir,
ni honrar la vida!

Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia sin saber,
adormecida...
Merecer la vida no es callar
y consentir,
tantas injusticias repetidas...
Es una virtud, es dignidad
y es la actitud de identidad
más definida.
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que
vivir...
Honrar la vida.
¡No! ¡Permanecer y transcurrir
no siempre quiere sugerir
honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra tonta humanidad
enceguecida.
Merecer la vida es erguirse
vertical,
más allá del mal, de las caídas...
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
la bienvenida...
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir,
porque no es lo mismo que
vivir...
Honrar la vida.

domingo, 4 de abril de 2010

“Cuidado nos despiertan con sorpresa”




Por: Jonathan Villarreal Fernández


Esa frase fue dicha por mi sabio suegro ayer, luego de disfrutar un cafecito en la tarde en su casa, me dijo eso por el temor que los porteadores nos despertarán con un bloqueo sorpresa. Me dio curiosidad lo dicho y empezó a decirme porque creía probable esto.
Este bendito señor coordinador, jefe, cacique o lo que sea de los porteadores dijo que después de Semana Santa pensarían lo de los bloqueos y viéndolo bien es un buen momento este lunes para iniciar otra vez con su necedad, claro es una necedad, como es eso que en nuestro país un montón de vagabundos, no generalizó, solo porque ellos consideran que algo es legal lo impulsan, punto. ¿Y las reglas? ¿qué pasa con todas aquellas personas que día a día hacen esfuerzos para mantener su taxi en buenas condiciones? Eso es algo fuera de lugar, es una idea tonta que el Gobierno como va de salida le dejará el chicharrón a la pobre Laurita.
Si esto pasa, mañana serán los narcos los que harán estas loqueras para hacer legal la distribución puerta a puerta de la coca, ¡por favor¡ no podemos estar en nuestro país con esas pequeñeces y tampoco podemos estar permitiendo que un grupo de personas nos paralicen el país porque se les ocurrió. Debemos aplicar la fuerza, lamentablemente y lo sé, fuego con fuego crea más fuego, pero es lo que necesita este país, un cambio en su forma de negociar. No podemos estar convirtiendo todo en derechos, ¡no¡ también tenemos limitaciones y al final los gobiernos deben buscar el bien de la mayoría no la de unos pocos.
Ellos al no tributar infringen la ley, hacen más difícil la labor de los gobiernos, generan trabas al atendernos en los hospitales entre millones de problemas más que genera el empleo informal. Entonces porque hay gente que todavía los apoya, todos tenemos el deber de estar en ley, en orden o como le quieran llamar. Mientras sigamos en nuestro país aplicando la ley del “porecito” seguiremos padeciendo de muchas enfermedades que al final son parte de un cáncer inmenso que se llama mediocridad y que corroe diariamente las más profundas entrañas de nuestro ser.
He escuchado incansablemente de todos los que trabajan de manera informal (vendedores ambulantes, narcos, porteadores, piratas etc) algunas frases como: “bueno entonces que el Gobierno me mantenga a mis hijos”, “Estamos trabajando honradamente”, “que nos den trabajo” entre muchísimas otras, pero yo les pregunto: ¿Cómo hizo mi mamá para mantener 5 hijos de edades seguidas sin tener que infringir la ley? Cuando alguien me responda eso, les daré mi apoyo.

jueves, 1 de abril de 2010

Amarnos a nuestra manera…







Jonathan Villarreal Fernández

Vengo llegando a la casa de la misa de Jueves Santo, una misa larga, aburrida y cansada para muchos, pero para mi no. He sido aliado de la Iglesia tantos años, que creí conveniente alejarme por un tiempo y poder verla desde afuera, desde los ojos que la ven como una institución más de la sociedad. Ese tiempo se ha prolongado por casi dos años. Si pudiera decir que la he visto diferente, pues diría que no. Es la misma cosa que he vivido durante casi 8 años desde adentro. No hay diferencia alguna más que el tiempo, y si el tiempo, ese que la Iglesia y su servicio exigen constantemente, ese tiempo que he podido darle a millones de cosas más.
En un momento y se que para muchos no es nuevo para otros si, quise ser sacerdote. Hoy celebramos la institución del sacerdocio, algo refutable para algunos pero para los que amamos nuestra Iglesia no. Hoy cuando la procesión principal hacia el altar iniciaba, pensaba en aquel momento que erróneamente pensé en entrar a estar 8 años de mi vida metido en un semillero de locas y corruptos ocultos tras una sotana. Me da risa cuando escribo esto, porque como en muchas ocasiones la ataco tanto, la trato de cuestionar al máximo y no siempre encuentro respuestas a mis dudas, pero aún así nos amamos a nuestra manera, la Iglesia y yo no estamos peleados, estamos amándonos de una manera diferente. Esto es lo que la gente no ha comprendido.
La Iglesia fue mi formadora, me enseñó mucho de lo que sé y gracias a ella puedo ser un mejor ser humano, que aún radicado en un barrio urbano marginal pudo ser diferente gracias a esa luz a la que me llevaron mis padrinos.
La odio muchas veces por las atrocidades que comete y sigue cometiendo, pero no la generalizo, hoy soy más condescendiente con ella. Entiendo cabalmente la diferencia entre lo que hacen y lo que dicen, porque la amo tanto la critico y vean ustedes las paradojas de la vida, de tanto criticarla la amo tanto y cada vez más.
Nuestra relación es difícil y muchas veces hasta enfermiza, pero hoy puedo decir que innegablemente nos amamos fuertemente.
Recuerdo todavía cuando de niño jugaba de celebrar misa, increíble que hoy confronto a sus líderes luego de que la amara tanto, y creo que si ellos supieran esto, tratarían de comprender que fue lo que pasó y me hizo así, pues les puedo responder que gracias a Dios nada, solo mi necedad de chiquillo en aquel momento de entenderla y hoy de hacerla más buena ante la gente que la tiene bien satanizada.
Lo que me ha permitido seguir en ella y no desfallecer ante mi intento de verla como una buena institución es hacer lo que el mismo Dios dice: “Hagan lo que ellos dicen pero no hagan lo que ellos hacen” Hoy estamos de buenas a pesar de tanto escándalo con los padrecitos, pero en unos meses o incluso semanas probablemente este escribiendo nuevamente de ella y maldiciéndola por sus tonteras, por hoy me conformó con amarla, vivo el momento.